lunes, 15 de julio de 2013

"La importancia del tenedor", de Bee Wilson


Cucharas, cuchillos, frigoríficos, batidoras, hornos, incluso peladores de patatas o ralladores: ¿quién no utiliza alguno de estos instrumentos por lo menos una vez al día, sin detenerse siquiera un instante a reflexionar sobre su origen o evolución?



Afortunadamente, Bee Wilson, lo ha hecho por nosotros, y no podríamos haber encontrado mejor guía; combinando la antropología, la gastronomía, la sociología, incluso la economía y la ciencia, con un conocimiento de primera mano de la cocina y sus utensilios, la autora nos ofrece en "La importancia del tenedor" un recorrido por la historia de estos objetos que es a la vez una historia de nuestras sociedades y sus transformaciones. Los utensilios no sólo han determinado cómo y qué comemos, sino incluso, en algunos casos, nuestra anatomía: la evolución de nuestra mordida actual, la "profunda", parece ser resultado del cambio que se produjo en el uso del cuchillo y tenedor hace unos 250 años en Occidente, como lo corrobora el hecho de que en China - expertos mucho antes en el arte de trocear la comida - este desarrollo se produjera 1.000 años antes. Y resulta incluso posible seguir el camino de la emancipación de las mujeres y la desaparición del servicio doméstico a través simplemente de los cambios en el diseño de las cocinas.

De los agujeros en la tierra a las infinitas baterías de cocina victorianas, de los cuchillos unipersonales a los sofisticados tou chinos, de los salazones y ahumados a los tintineantes cubitos de hielo de las relucientes neveras americanas de los cincuenta del siglo pasado, de los galones imperiales al incomprensible uso de las tazas americanas para medir ingredientes... Nada se libra de la curiosidad contagiosa, la pasión y la siempre sorprendente y exuberante erudición de la autora, capaz de describir una olla como si de una joya se tratara o de hacer comprensibles las extraordinarias técnicas de la cocina del siglo XXI, sin perder nunca el humor ni la capacidad para arrastrar al lector a terrenos cada vez más intrigantes.

Las cocinas actuales, templos luminosos de superficies brillantes, en los que los aparatos más sofisticados hacen juego con los materiales más novedosos, no se asemejan aparentemente en nada a los habitáculos oscuros y asfixiantes que nuestros antepasados conocieron, pero existe una sorprendente continuidad entre la tecnología de las cocinas de hoy y las del pasado: como afirma Wilson, "Nuestras cocinas están llenas de fantasmas", utensilios y técnicas desaparecidos que nos han dejado tradiciones, gustos y ritos que, aun en la era de la tecnología, siguen determinando cómo cocinamos y cómo comemos.

Al final, "La importancia del tenedor" plantea casi más preguntas de las que responde, pero precisamente por ello constituye un libro absolutamente indispensable para la biblioteca de todo aquel que haya disfrutado alguna vez de la buena cocina.

*Web de la Editorial Turner