"Me encantan los espaguetis con albóndigas. Y te juro que en esto Sinatra no tiene nada que ver", decía el inolvidable Sammy Davis Jr. (Samuel George Davis Jr., Harlem, Nueva York, 8 de diciembre de 1925 – Beverly Hills, California 16 de mayo de 1990) en una entrevista concedida al diario “The Evening Independent” del 13 de enero de 1966, para su sección de cocina “Celebrity Cookbook”. El intérprete, que siempre derrochaba un torrente de energía y talento sobre el escenario o delante de una cámara, no se ajusta a la imagen que podríamos tener de un amante de este tipo de platos tan contundentes.
"Se remonta a cuando yo era un niño", dijo. Sammy se unió al espectáculo de su padre y Will Mastin como bailarín a la tierna edad de 3 años. "Durante esas giras, los honorarios eran muy bajos y nos hospedábamos en pensiones de carretera. Y supongo que los spaghetti era lo más barato para llenar un joven aspirante a artista. Tal vez ahí es donde adquirí el gusto…".
Él reconocía que, sobre todo, le gustaba “la comida pasada de moda, pero en el buen sentido. Nunca he estado en un comedor de lujo. Voy a los mejores restaurantes, pero, incluso en Roma, siempre termino pidiendo espaguetis con albóndigas. Esa es la verdadera ventaja de tener gustos plebeyos en la comida: siempre es fácil conseguir un plato de mi comida favorita".
Sammy describió en esta entrevista las comidas que compartía con su bella esposa, la actriz sueca May Britt, y sus tres hijos. "Nuestros menús en el hogar son básicos. Tenemos 12 o 15 platos que nos fascinan, como carne estofada, platos a base de cordero (bien cocido, subrayó, no a la manera europea) o un buen asado". Pero el artista, nacido en Harlem, reconocía que seguía adorando la cocina del sur, la que cocinaba su abuela, Rosa B. Davis. "Su codillo asado y la olla de verduras son los más. Ella es una de las más grandes cocineras del mundo", decía. "Todavía como pollo frito con guisantes de ojo negro (black eye peas) los domingos. Recuerdo que los tomábamos la víspera de año nuevo porque se decía que traían suerte".
En esta entrevista se le preguntó si alguna vez se había encontrado con prejuicios en la comida en ciertos grupos. En su libro "Yes I can" se refirió a un incidente en una cena de gala, en la que la anfitriona hizo servir pollo frito en su honor, algo que Sammy entendió como un gesto despectivo. "Fue totalmente de mal gusto", dijo. "No quiere decir que no me guste el pollo frito, todo lo contrario. Soy un amante del soul food". Enumeró unos cuantos platos de este tipo de cocina que a él le apasionaban, como el “sour belly” (un plato a base de panceta de cerdo, pimiento, cebolla y vinagre), el codillo con acelgas, guisantes de ojo negro, y el “succotash” (plato con habas, pimiento rojo y maíz). "Es realmente una cuestión de ubicación", decía, "de situación geográfica, quiero decir".
Hablando de mitos, el versátil intérprete destrozó una fábula popular sobre su amigo, Dean Martin. "Dean no bebe, sobre todo cuando está trabajando", dijo Sammy. "Él mismo se ha construido la imagen de que bebe sin parar. Es una cosa maravillosa. Lo sé, porque le he ayudado a rellenar las botellas de whisky con sidra y las botellas de Bourbon con Coca-Cola. Dino es un tipo al que le gusta levantarse temprano y estar a primera hora en el campo de golf".
El entretenimiento en el hogar de Davis estaba limitado sólo por el horario frenético de Sammy. "Cuando nuestros amigos vienen de fuera de la ciudad, nos los llevamos a cenar". Y la lista de restaurantes que frecuentaba se limita a dos o tres, ya que, como el decía, "Cuando se trata de comida, odio experimentos. Encontrar un buen restaurante es como encontrar un buen amigo. Y a los buenos amigos hay que cuidarlos".
Sammy no pretendía saber cocinar. Cuando le preguntaban qué cosas no sabía hacer, siempre contestaba: “Nunca aprendí a nadar ni a cocinar. No sé ni siquiera hervir agua". Su esposa tampoco era una gran cocinera. "Cocina muy poco", dijo, "pero se le da muy bien calentar la comida. Que conste que son palabras suyas, no mías”. Queda de esto constancia en que en la lista de platos favoritos de Davis no aparece ninguno de influencia sueca, aunque Sammy añadió: "he comido albóndigas suecas en casa de mis suegros, y son deliciosas".
Spaghetti con albóndigas y salsa de tomate
Para la salsa:
Ingredientes (para 4 personas):
• 3 cebollas ralladas• 1 pimiento verde picado
• 60 ml de aceite de oliva
• 250 ml de salsa de tomate
• 200 ml de pasta de tomate italiana
• 80 ml de agua
• 1 diente de ajo
• 1 hoja de laurel
• Orégano
• 1 cucharadita de azúcar
• Sal y pimienta molida
Preparación:
Escurrir la cebolla rallada, descartando el jugo y reteniendo la pulpa. Rehogar la cebolla rallada y el pimiento verde en aceite de oliva durante 10 minutos o hasta que este pochada.Una vez hecho esto, traspasarlo a una olla junto con la salsa de tomate, la pasta de tomate italiana, el agua, el ajo, la hoja de laurel, el orégano, el azúcar, y la sal y la pimienta al gusto. Mezclar bien. Cocinar a fuego lento durante 45 minutos, removiendo a menudo. Justo antes de servir, quitar el ajo y la hoja de laurel.
Para las albóndigas:
Ingredientes (para 4 personas):
• 1 cebolla rallada.• 1 kg de carne picada de ternera
• 2 huevos batidos
• Sal y pimienta molida
• Aceite de oliva
Preparación:
En un bol mezclar la cebolla, la carne picada, los huevos batidos, la sal y la pimienta. Una vez bien mezclado, dar forma a las albóndigas. Dorarlas en una sartén con aceite a fuego medio. Secar en papel absorbente antes de añadir a la salsa.Para montar el plato, colocar la pasta (cocida previamente) y verter sobre ella la salsa y las albóndigas. Rallar por encima queso parmesano. Sammy lo traía desde Italia cuando acudía allí durante sus giras...