martes, 23 de abril de 2013

Lionel Hampton, "El Vibrafonista del Jazz", y su salteado de habas


Mañana del 19 de julio de 1972. Lionel Hampton (Lionel Leo Hampton, Louisville, 20 de abril de 1908 – Nueva York, 31 de agosto de 2002), recibe en su apartamento del West Side con vistas a Lincoln Center a un periodista del diario “Victoria Advocate”, al que había tenido a bien conceder una entrevista en la que hablaría de su vida privada, en concreto, de sus gustos culinarios.

Lionel ha quedado para la historia como un músico excepcional. Caracterizado por una arrolladora energía, su vitalidad, creatividad y elegancia, capaz de convertir en swing todo lo que creaba. Fue pionero a la hora de usar el vibráfono en el jazz, del que era un virtuoso. También tocaba con maestría el piano y la batería, además de ser un fantástico cantante y director musical. Su estilo se enmarca dentro del jazz clásico, con enlaces al jazz de las big bands, es decir, el swing.



Comenzó como batería de los Chicago Defender Newsboys’ Band. Tras pasar de puntillas por varias bandas, en 1929 se unió a la banda de Les Hite, acompañando durante un tiempo al gran Louis Armstrong, con quién improvisó por primera vez con el vibráfono durante una grabación. En 1936, en Los Ángeles, el entonces conocido como “Rey del swing”, Benny Goodman, le escuchó durante una actuación y decidió incorporarle a su banda, convirtiéndose al poco tiempo en una de las estrellas del grupo.

Sentado en un sillón orejero de cuero rojo y tras degustar un completo desayuno compuesto de jamón, salchichas, huevos, beicon, sémola de maíz y salmón rojo, coronada con una pila de tortitas calientes cubiertas de sirope, Lionel habló durante un par de horas con el periodista sobre su gran pasión: la comida.

El rey del vibráfono decía que la comida es algo muy importante para los músicos. Recordaba que sus compañeros de banda siempre le recriminaban que comía demasiado. Pero él les decía entre risas “Amigos, tengo que tocar jazz. Y toda esta comida es la que necesito para poder tocar”.

Su gran apetito puede que fuese el secreto de su tremenda energía y su gran entusiasmo por la vida. Este espíritu emprendedor hacía que incluso algunas veces se olvidase de comer, como por ejemplo cuando estaba inmerso en una nueva grabación o preparando una actuación. Pero otras veces la comida era su único pensamiento.

Compartió mesa con gente de todo el mundo, incluyendo reyes y jefes de estado. Recordaba especialmente una cena con el rey Bhumibol Adulyadej de Tailandia, en la que trataban de agasajarle con grandes cantidades de comida. También guardaba un gran recuerdo de una comida en Hong Kong. “Iban desfilando camareros con bandejas y podías comer todo lo que quisieras de cada una. El primero traía huevos foo-yong, el siguiente, costillas, otro, langosta a la cantonesa. Y así uno tras otro. Era como una rueda interminable de comida".

A pesar de encantarle la comida no le pasaba lo mismo con la cocina. Para estas labores contaba con una gran cocinera, la que fuera su ama de llaves, Jessie McNeil. Lionel era un gran apasionado de la “Soul Food”, pero también lo era de cualquier otra clase de comida, siempre que fuese generosa en cantidad. Sus desayunos, comidas y cenas eran siempre de lo más copiosas.

Cuando Lionel comía sólo en su casa le gustaba hacerlo en uno de sus rincones preferidos, que era en una pequeña mesa de madera junto a una soleada ventana de la cocina, y con total tranquilidad, pudiendo alargar cualquier comida durante horas.

También disfrutaba organizando comidas o cenas para amigos y compañeros de profesión, como una en la que consiguió reunir en su casa a más de 150 personas, para los que su querida Jessie preparó 65 pollos fritos al estilo sureño, además de muchos otros manjares.


Salteado de habas al estilo Lionel Hampton:

Este era uno de sus platos favoritos. "Me gustan las habas, incluso crudas”. A continuación os detallamos la receta tal y cómo las preparaba Jessie, su cocinera particular; receta que ella misma dio al entrevistador aquella mañana de 1972.

Ingredientes (para 4 personas):

• 1 kg de habas, sin vaina
• 150 g de jamón curado, en taquitos
• 1 Cebolla troceada
• Aceite de oliva
• Sal y pimienta

Preparación:

En una sartén con aceite, rehogar la cebolla troceada a fuego lento. Una vez bien rehogada, añadir las habas y los taquitos de jamón. Salpimentar al gusto. Seguir cocinando a fuego lento.

Remover de vez en cuando para que no se quemen. Si es necesario, añadir más aceite para que queden jugosas.
Mantener al fuego durante unos 30 minutos.

Sugerencia:

El acompañamiento favorito de Lionel era el "arroz chino" de Jessie (arroz de grano largo, salteado con beicon y cebolla) y pan de maíz.



Es un plato muy rico y sencillo de preparar. Además ahora estamos en plena temporada de la haba. ¡Anímate!





Vídeo extraído de la película de 1949 "A Song is Born", dirigida por Howard Hawks, en el que podemos ver en acción a Lionel Hampton junto al inolvidable Louis Armstrong