miércoles, 22 de mayo de 2013

La cocina de la Reina de la Salsa


Fue comparada con Ella Fitzgerald por su forma de frasear musicalmente. Con Aretha Franklin por su conmovedora entrega. Pero cuando Celia Cruz (Úrsula Hilaria Celia de la Caridad Cruz Alfonso de la Santísima Trinidad, La Habana, Cuba, 21 de octubre de 1925 – Nueva Jersey, Estados Unidos, 16 de julio de 2003), cantante cubana de salsa, era fiel a sí misma, no cabía ninguna comparación.



En un mundo, el de la salsa, dominado por “reyes”, Celia fue y será siempre la Reina indiscutible. Con su voz rasgada, mezcló los ritmos afro-cubanos con melodías pop, convirtió infinidad de baladas en salsa, todo ello para el disfrute de millones de seguidores a lo largo y ancho del planeta.

La Reina de la Salsa creció en el barrio de Santo Juárez de La Habana, Cuba, junto con sus catorce hermanos. Se crió bajo una dieta de alto contenido en almidón y baja en verduras – patatas, plátanos, arroz y frijoles – pero nunca aprendió a cocinar. “Tuve que llevar gafas desde niña”, contaba Celia. “Mi familia nunca me enseñó a cocinar, ni a montar en bicicleta o a patinar. No sabía hacer de nada… excepto cantar”.

Empezó a grabar con la banda cubana “La Sonora Matancera” en 1951, siendo su vocalista hasta que abandonó el país con la llegada de Castro al poder. En 1961 conoció a su marido, Pedro Knight, por entonces trompetista en Nueva York. Él fue quien le enseñó a preparar platos de la cocina tradicional cubana.

“Pedro es un hombre paciente”, decía Celia. “El primer plato que hice después de casarnos fue una sopa de pollo. Me salió demasiado picante. Pedro compró pimientos picantes en lugar de pimientos dulces. Así que yo no tuve la culpa, fue el quien compró los pimientos”, contaba entre risas.

La diabetes diagnosticada a Pedro hizo que Celia tuviera que cambiar su forma de cocinar. Empezó a cocinar comida más ligera y saludable – pollo al horno, ensaladas, verduras – y, muy a su pesar, “nada de arroz con frijoles”. Uno de sus platos favoritos era una simple sopa picante de pescado a la que Celia llamaba “comida para el cerebro”, porque para prepararla empleaba la cabeza del mero (receta que os detallamos más adelante).

El hecho de pasarse una media de diez meses al año de gira por Estados Unidos, América Latina y Europa no le dejaba mucho tiempo para el ocio. “Yo no cocino mucho durante las giras. Trabajo hasta las dos o las tres de la mañana. Tengo que dormir. Si no duermo, no puedo cantar”.

Celia grabó más de 50 discos (20 de ellos de oro), haciendo equipo con grandes de la salsa como Tito Puente, Johnny Pacheco o Willie Colón, entre muchos otros, llegando a ser la artista latina más admirada del mundo. Su imponente interpretación de la propietaria de un club en Harlem en la película “The Mambo Kings” (1992) le abrió por fin las puertas del mercado norteamericano no latino. Por fin todo el mundo era capaz de reconocer un grito que ella convirtió en su seña de identidad: "¡¡¡¡Azúcar!!!!" (pincha sobre él si quieres conocer la historia de su origen).

Aunque ella nunca olvidaba ponerle a todo un toque picante...


Celia Cruz interpreta "Que le den candela" en el II Festival Chim Pum del Callao en Lima (Perú) en el año 1998


Sopa de Pescado de Celia Cruz:

Esta receta fue publicada por el “The New York Times” el 1 de Noviembre de 1992, acompañando a una entrevista realizada a la artista cubana.

Ingredientes (para 4 personas):

• 1 mero (o una lubina)
• 2 dientes de ajo picados
• 1 cebolla troceada
• Media cucharadita de tomillo seco
• 1 hoja de laurel
• 10 granos de pimiento negra
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• 1/2 pimiento verde sin semillas y picado
• 4 tomates de pera pelados, sin semillas y picados
• Una pizca de azafrán
• Una pizca de cayena en polvo (o pimentón picante)
• 2 patatas peladas y troceadas en dados
• Sal al gusto
• Cilantro picado al gusto

Preparación:

Pedirle al pescadero que nos haga el mero en filetes, y nos guarde la cabeza y las espinas.

Poner la cabeza y las espinas de pescado en una olla grande. Añadir un diente de ajo picado, la cebolla, el tomillo, el laurel y los granos de pimienta. Cubrir con 2 litros de agua fría y llevar a ebullición. A continuación dejamos a fuego medio durante 20 minutos. Colar el caldo.

Calentar el aceite de oliva a fuego fuerte en otra olla. Sofreír el ajo restante y el pimiento verde durante 2 minutos. Agregar los tomates, el azafrán, la pimienta de cayena y las patatas. Añadir el caldo y sazonar al gusto. Llevar a ebullición y cocinar a fuego lento durante 15-20 minutos.

Cortar los filetes de pescado en trozos pequeños y añadirlos a la sopa. Cocinar a fuego lento durante otros 10 minutos. Ajustar los condimentos al gusto, espolvorear con el cilantro y servir inmediatamente.