sábado, 7 de diciembre de 2013

La dieta perpetua de Brett Anderson (Suede)


"La música, la comida y el sexo son los tres pilares de mi vida”, cuenta Brett Anderson (Brett Lewis Anderson, West Sussex, Reino Unido, 29 de septiembre de 1967), cantante y líder de la banda británica de glam-punk Suede. “No se puede prescindir de ninguno de ellos…” dice. “Bueno en realidad sí que se puede. Pero no tengo intención de hacerlo”.



No es ningún secreto que cuando Suede se encontraba en el apogeo de su éxito inicial, Brett estaba entregado a otros asuntos, bastante más ilegales y dañinos que el buen comer. Sus malos hábitos hacían recordar el estilo de vida que en su día llevó su gran héroe, David Bowie. “Durante los años 90, estuve dos meses comiendo únicamente arroz integral”, admite. “Tenía un aspecto bastante enfermizo y pensaba que el arroz era buenísimo para mi salud. Únicamente me alimentaba de arroz integral y de cocaína, vamos, una dieta poco saludable. Reconozco que en esa época era bipolar. Además, estaba empezando a trabajar con la meditación, así que podemos decir que llegué a ser “tri-polar”. Estaba llevando mi cuerpo de un extremo a otro. Experimentaba conmigo mismo. No quería ser un simple mortal más, de lo que van por el carril central de la vida”.

Brett dejó las drogas antes de que Suede se separara en 2003, pero en 2007 acudió a visitar a un naturópata que, según él, cambió su vida. Una dieta diseñada a medida de su metabolismo (nada de setas, maíz, leche, ni trigo) que “realmente funciona, hasta un grado sorprendente”. Su mujer también estudia naturopatía. “Me siento mucho mejor, y soy muy responsable con mi dieta”. Cada mañana desayuna un tazón lleno de muesli con avena, lino, calabaza triturada, semillas de girasol y por encima añade unos cuantos arándanos. "Los arándanos trato de tomarlos todos los días", dice. "Incluso llegué a tener mi propia planta de arándanos... pero murió. Dió fruto durante un año, pero un día un amigo le dio un balonazo jugando al fútbol...".

Esta dieta, en principio saludable, está a años luz de aquella con la que Brett creció en Haywards Heath, Sussex, en el sur de Reino Unido, en el seno de una familia pobre. “Sobrevivía a base de patatas fritas y de tostadas con Marmite (uno de los productos más famosos en Reino Unido, consistente en una crema elaborada a partir del extracto de la levadura obtenido como subproducto del proceso de elaboración de la cerveza). Yo era muy reacio a comer carne, porque la única que nos podíamos permitir no era la más rica que digamos… algo de casquería y poco más. Pasé una gran parte de mi infancia llorando por un buen pastel de carne, así que, tan pronto como pude, me hice vegetariano”. Pero un vegetariano de segunda división. “A lo más lejos que llegué en esa etapa mía de vegetariano fue a hacerme una tostada o unos espagueti sin nada que los acompañase”.

Para los componentes de Suede comer bien no estaba entre sus prioridades. Daba igual si estaban en Hollywood o en Japón. Siempre, estuviesen donde estuviesen, querían comer patatas fritas. Brett reconoce que desearía volver atrás en el tiempo y poder disfrutar de todo lo que se les ofrecía en esos años y que no supieron aprovechar. Pero poco a poco, con el paso de los años, aprendió a apreciar todo lo que ofrecía el estilo de vida itinerante que llevaba: desde el ceviche en Perú, a los impresionantes banquetes en Tokio.

En la actualidad él y su mujer residen en Ibiza, y son asiduos a un modesto restaurante ubicado en un naranjal en la carretera de San Joan, curiosamente especializado en carnes a la brasa. En casa, Brett cocina asiduamente. Entre sus platos destacan el pollo asado (por supuesto pollos “orgánicos”, alimentados con productos naturales y criados a pasto abierto), un sushi vegetariano acompañado de arroz integral, y muchas clases de pescado cocinadas con una salsa picante hecha con chili, soja, cebolla y mango.

La mejor comida que recuerda no fue en ninguna cena de gala de las que ha asistido dentro del negocio de la música. Fue en Capri, durante su luna de miel. Brett tomó unos sencillos raviolis caprese (pasta, queso ricota y salsa napolitana con tomate y albahaca) y los recuerda como “lo mejor que jamás había comido. Nada ostentoso, algo sencillo y realmente delicioso”.


“Blueberry Fool” de Brett Anderson:


Ingredientes (para 4 personas):

• 450 g de arándanos
• El zumo de una lima
• 425 ml de nata líquida
• 400 g de queso mascarpone
• El zumo de dos limones
• 6 cucharaditas de miel
• 4 ramitas de menta fresca
• Azúcar en polvo

Preparación:

Con una licuadora (o batidora), hacer un puré con los arándanos, un poco del zumo de lima y otro poco del zumo de limón. Montar la nata líquida en un bol aparte.

En un bol grande, mezclar el mascarpone, el resto del zumo de lima y del de limón, la miel y tres cuartas partes del puré de arándanos. A continuación a esta mezcla se le añade la nata montada.

Presentación:

Servir en una copa o vaso de postre, vertiendo por encima un poco del puré de arándanos sobrante. Si se desea, decorar con una ramita de menta fresca y un poco de azúcar en polvo.

*Receta del propio Brett extraída del libro "Love Music Love Food".





Videoclip del tema "Beautiful Ones" de su tercer álbum "Coming Up", publicado en 1996, su disco de mayor éxito